Cuento #72: La lluvia, tú y las papas fritas



Nos detuvimos para comprar papas fritas y refugiarnos de la lluvia después de clases, tú con tu chaqueta calipso, yo con la mía de chiporro. Nos detuvimos, pagamos y nos besamos mientras esperábamos a que las papas estuvieran listas. Pensaste en la ropa que habías lavado en la mañana y que habías colgado para que se secara en el patio. Te dio mucha risa aquello. “Así es nuestra ciudad”, te dije. “A veces amanece soleado y ¡pum! se pone a llover de la nada”. “Es un clima bipolar”, dijiste y volviste a reír, aún colocada. La señora nos pasó las papas fritas y me tomaste de la mano y volvimos a estar bajo la lluvia. “La lluvia, tú y las papas fritas son mis preferidas”, me dijiste, mientras me hacías dar vueltas bajo las punzantes gotas de lluvia. “Tu pelo, tus ojos y tu risa son las mías”; pero no escuchaste: porque seguías y seguías dando vueltas, riendo, aún colocada.