Historia #16: El test de las manchas




Nadie me había dicho que para entrar a estudiar al prestigioso Colegio debía rendir primero un riguroso examen psicológico, por lo que me impacienté una enormidad al tener al frente mío a la psicóloga del establecimiento, con esa sonrisa de autosuficiencia que tan bien los caracteriza a todos por igual.
La mujer me enseñó un montón de imágenes negras y de colores como manchas, las cuales todas me parecieron vaginas y mujeres demostrando su amor entre sí, como en las películas que solía guardar mi papá debajo de su cama y que tenían nombres como Penetreitor, Furia Anal y La Habitación de las Humillaciones. Sin embargo, como sabía que mencionar aquello sería perjudicial para mi admisión en el Colegio, dije que veía mariposas, insectos y corazones alados.
−¿Y pudiste entrar a estudiar ahí entonces?
No: me negaron la entrada por homosexual.