Me
pregunto qué sabor tendrán
tus
labios
mientras
dejo
el
libro que leo de lado
y
pienso en ti
tu
voz
y
la luz opaca de tu mirada.
Primavera,
otoño
debe
saber a verano, digo
pensando
en
menta,
malvarrosa,
canela
y manzanilla.
Tus
labios deben saber
a
manzanilla
a
sabia
a
rocío matutino
a
lágrimas del ocaso.
Tus
labios, pienso,
y
los imagino,
los
recorro con la mirada,
sus
comisuras,
sus
heridas,
sus
grietas,
los
pienso,
y
me pregunto qué sabor tendrán
mientras
deseo que estés aquí
a
mi lado.