Microcuento #34: Descontinuado



En medio del trajín de la tarde, un grupo de tres jóvenes ingresó frenéticamente a un local de aparatos eléctricos, valiéndose de empujones y gritos para llegar hasta el mesón de atención. Sudados y sin importarles que los clientes que estaban siendo atendidos les insultaran por su intromisión, le mostraron una vieja radio al tipo que les atendía.
            −¡Tiene un cable de poder para este puerto! –gritó el que llevaba el aparato a cuestas, salpicando saliva por todos lados.
            El vendedor le miró con rabia y le dijo:
            −No, me temo que ya no hacen de esos…
            Pero una enceguecedora explosión –que hizo desaparecer más de media cuadra– le impidió terminar con su frase.