¿Que cómo supieron mis papás
que fumaba marihuana…? Puta, la güeá fue súper güeona: como mis papás salieron
pa’ a ir a comprar no sé qué güeá en el auto, me armé el medio perno pa’
fumarlo tranquilito en la casa. Cuando terminé la güeá, quedé pa’l hoyo: esos
pitos culia’os estaban como pa’ derrame cerebral. Pero pico: espabilé un poco y
fui a la pieza de mis papá’, donde tienen una tele grande, de esa’ pa’ ver lo’
partido’ terrible joya, acosta’o en la cama y güeá. Y como la güeá tiene una
gráfica la raja, se me metió la idea de cómo sería ver una porno ahí y la güeá.
Y puta, como estaba terrible vola’o, me pasé lo’ medio’ rollo’ y me calenté y
güeá, y como la tele estaba conectá’ al DVD (qué vieja la güeá), puse una porno
que tenía guardá’ del año de la pichula en mi velador. Y ya pos, como llevaba
tanto rato sin culiar, se me paró al toque y me puse a pajear como enfermo de
la cabeza; y güeón, como estaba tan vola’o, tan hecho tula, no me di ni cuenta
cuando me quedé dormi’o con la corneta afuera, toda sudorosa y la güeá. Cuando
desperté, lo primero que vi fue la cara de decepción de mis papá’. Puta, lo que
sigue ya se lo pueden imaginar…
(Se aclara la voz antes de
comenzar)
Bueno, la primera vez que mi
hijo me vio, digamos…, teniendo relaciones con mi marido…, o sea su papá, fue
durante el velorio de mi suegra… Sé que suena raro y todo, pero así fue, y creo
que eso lo marcó de por vida: ahora es un joven rebelde, no hace caso de lo que
le dicen los mayores… Si hasta una vez lo encontramos en nuestra cama con el…
con la cosa ésa, ya sabes, el pirulín
afuera de su pantalón, en su mano, con una película porno corriendo en el DVD
de nuestra pieza. En realidad, ya no sabemos qué hacer con él… Además con todo
esto de la separación, tú sabes…, hay cada vez más dificultades y problemas.
Pero bueno, al mal tiempo, buena cara, ¿no?
No me acuerdo del día
exacto, naturalmente, pero… (El hombre respira hondo para luego dejar escapar
un sonoro suspiro). Pero fue terrible: nadie te prepara para una cosa así: ni
como padre, ni como esposo, ni como persona, nada; jamás pensé que me llegaría
a ocurrir una cosa como ésta… O sea, tú sabes que sucede con frecuencia en las
películas para adultos y esas cosas… (Otro suspiro) Fue terrible… Primero
escuché los quejidos venir del cuarto de este conchesumadre… Perdón por mis
improperios, pero no puedo evitarlo… Pensé que había llega’o cura’o de nuevo
(una vez lo pillamos corriéndose una paja en nuestra propia cama, borracho), y
como estaba tan chato de que llegara todos los días en ese estado, fui a su pieza
a decirle que parara las güéas. Pero ahí me llevé la sorpresa del mundo: jamás
lo pensé de él. Y juro que me dolió en el alma; y aunque hay muchos psicólogos
que me han dicho que casos como estos se dan con una frecuencia que la gente no
imagina, creo que no podré superarlo nunca. Y es que ver a mi esposa
haciéndolo… con mi hijo, no, no, espero poder olvidarlo antes que me vuelva
loco y le dé su merecido a ese hijo de puta que me tocó como hijo… En serio. Así que si está viendo esto, mejor
que se vaya preparando…