−Oye.
−¿Qué?
−El otro día vi a tu ex con otro loco.
−Ya, ¿y?
−¿Y?; ¿no te duele esa güeá?
(Con el corazón hecho pico, pudriéndose por dentro,
aguatando el insoportable nudo de la garganta):
−No, güeón –traga saliva−, pa’ na’.