Ayer por la noche un amigo
me dijo que le había tocado ser vocal de mesa para las elecciones municipales (que
serán dentro un par de semanas) en el Colegio Gerónimo Rendic de La Serena; me
reí de su infortuna como era lógico y le dije ah, culiao’, tení’ una suerte de
mierda, pero me pegué el cacho que hasta ese momento no sabía si me habían llamado
o no para tal actividad. Así que nos metimos en la página del Servel, puse mi
rut y… ¡conchetumare, yo también era vocal de mesa!; me mordí la mano, grité
otro poco y zapateé con rabia sin poder creerlo.
Lo único bueno
de todo esto, es que por esas obras bonitas del destino, me tocó ser vocal en
la misma mesa que mi amigo, así que si van a votar al Gerónimo Rendic,
específicamente en la mesa 159V, ahí estaremos raja volaos y hechos caca por la
borrachera del día anterior, esperando a servirles de la manera más gustosa
posible.