Reflexión #7: No somos simios



Venía en el colectivo con mi hermana chica, cuando justo vimos cómo un chofer de una micro se echaba un montón de galletas a la boca y botaba el envoltorio por la ventana, cayendo éste en mitad de la calle.

Lo miramos y dijimos: "oh, el viejo culiao' cochino y la güeá", pero ahora que lo pienso mejor, me gustaría saber qué es lo que pasa por la cabeza de esas personas que botan al suelo todo lo que tienen en la mano; ¿acaso no saben que para eso existen basureros, bolsillos, bolsas, y un montón de otras cosas donde mantenerlas a salvo hasta encontrar un buen lugar donde tirarlas? Ya no somos simios; sólo somos un montón de seres que lo parecen.