Historia #137: El amor paternal



No hay nada como despertar, ir a la cocina y que tu papá te esté esperando con un cuenco lleno de palta molida y rico pan amasado hecho por sus propias manos en la mesa, las mismas que te golpearon y estrangularon cuando eras un pequeño recién nacido y te volaron unos cuantos dientes durante tu crecimiento.
            ¡Ay, el amor paternal!