Cuento #79: Naturaleza viva



Buganvilia mi corazón al verte, llena de alborozo las ramas, como flores sin escamas mis manos al apretarte la cintura y ver tus ojos estallando en rosas, frescas y vivas, para besarte con la fuerza de olmos y los colores del roble.
            Buganvilia mi corazón al verte, al sentirte dentro, la savia corriendo firme por mis arterias, jugando a la vida llena de gracia de los días jóvenes y luminosos, con todas esas hojas en nuestras cabezas, todos esos laureles sobre nuestras frentes, toda esa vegetación entre nuestras manos.
            Buganvilia mi corazón al tenerte, entre mis dedos ramas sin escamas, el resuello del fin del día, tu cabeza en la mía, somos dos, muchos, nuestras raíces, nuestros pétalos, mi corazón estallando tornasolado al verte, como una buganvilia, como la naturaleza viva.