Historia #119: Ayer soñé la güeá más rara del mundo



Ayer soñé la güeá más rara del mundo: soñé que Diosito (una barba flotante y con una pronunciación de delincuente pal pico) venía y me decía: “oye vo’ culiao’, déjate de güear y fuma relajao’ nomá’, que no te va a pasar ni una güeá’”. Ya, dije, qué onda este culiao’; pero Diosito vino y me dijo: “oye culiao’, vo’ relajao’ y fuma nomá’, o si no te mato”, y entonces desperté sudado entero, con las axilas hediendo a cebolla. Chá, la media volá’, dije, antes de pescar la antena rota de la tele antigua y mandarme su buen puntazo de pasta base para comenzar motivado el día.