−¿Hijo?
−¿Qué pasa, papá?
−¿Has pensado en qué quieres ser
cuando grande?
−Mmmm, sí, lo he pensado: cuando
grande quiero ser un hombre digno y honrado; cuando grande quiero ser político.
−Oh, hijo –el hombre lleva lentamente
su mano derecha hasta la pistola escondida en su espalda, temblando de manera
ligera–, no me hagas hacerte esto, por
favor…