Reflexión #12: De apoyar las cruzadas de otros y otras cosas



Ayer fui a la biblioteca pública de La Serena para ver si habían vuelto del paro y así devolver unos libros que tengo hace semanas en mi poder. Como es obvio, me encontré el recinto cerrado y un papel afuera que decía que por los días 7 y 8 de Noviembre (si mal no recuerdo) las dependencias no funcionarían por este mismo problema; pero me llevó el shanfle al leer abajo de esto un mensaje escrito con lapicera que decía: "¡ya es 14, vuelvan a trabajar, flojos culiaos!"; me dio tanta rabia, que no pude evitar sacar mi propia lapicera y escribir otro mensaje debajo de éste, diciendo: "Apoya la güeá en vez de criticar, agüeonao".
Ahora pienso, ya más tranquilo, recordando esto en casa, que es por lo mismo que jamás logramos nada como pueblo, que por esto mismo seguimos en el hoyo de mierda en el que estamos muriendo lentamente: ¿porque en qué cabeza cabe el no apoyar al otro ciudadano, a tu vecino, en su propia lucha?; ¿acaso no somos todos los machacados y abusados por la injusticia sembrada en este país? No, la gente sólo piensa en ella y para ella; la unión es una mentira, una farsa, y todos unos mentirosos. Porque cuando decimos que somos solidarios, en realidad no lo somos. No mientras no apoyemos a nuestro igual en su propia y más crucial cruzada.