Me
acuerdo que cuando salí del segundo día de la PSU (después de haber dado la
prueba de Matemágicas), me sentía como el re pico: como me encontré con unos
amigos afuera del colegio donde la rendimos, comenzamos a comparar los
resultados y me di cuenta, como siempre, que había respondido casi todas las
preguntas mal; y es que siempre he sido como güeas para los números, y ésta no
fue la oportunidad contraria. Me dije, todo cagado de miedo: "mierda, voy a
tener que dar de nuevo esta güeá el otro año y la
güeá", y me sentí pésimo: me imaginé a todos mis amigos en la U, menos yo,
haciendo nada, perdiendo el tiempo en la casa o trabajando en algún trabajo de
mierda. Así que les dije que mejor fuéramos a tomarnos un copete y que a la
mierda todo, total ya no teníamos que rendir ninguna prueba más.
Obviamente, ese día llegué
raja a la casa. Pero no es ése el punto al que quería llegar.
Ahora que lo recuerdo todo
más fríamente puedo decir que tal vez, si me hubiera quedado un año más en la
casa, madurando mientras sucedía el tiempo, probablemente no hubiera hecho
gastar tanta plata a mis papás eligiendo cosas que nunca terminé y todo eso.
Probablemente no hubiera sufrido tantos dolores de cabeza, ni gastritis, ni
colapsos nerviosos, ni miedos ni dudas. Bueno, en realidad quién sabe; sólo
escribo esto para aquellos que sienten caer su vida con los resultados de esta
mierda de prueba, para aquellos que sienten que su futuro depende netamente de
lo bien que respondan esas preguntas que, más allá de ser preguntas, no son
otra cosa más que eso.