Artículo
Diario El Pacificador,
21
de Octubre, 2011
Los
tibicos, más conocidos como hongos tibetanos, parecen ser la panacea para
muchos de los problemas del mundo moderno. Con propiedades curativas y
purificantes, el consumo del líquido producido por estas bacterias ha aumentado
eventualmente a través de los últimos años como una clara contra respuesta a la
medicina alopática, que no ha dejado de elevar sus precios injustificadamente cada
cierto periodo de tiempo, y verse envuelta en diversos casos de colusión relacionados
con grandes empresas del rubro.
Muchos
de sus consumidores prefieren éstas bacterias por su preparación fácil y sus
diferentes y beneficiosos efectos, como la de filtrar los riñones, regenerar el
daño hepático sufrido, curar enfermedades, tratar el cáncer, entre otras tantas
cosas. “Además, tienen un motivo especial”, dice Álvaro Solís, gran conocedor
del tema. “Porque la única forma de obtenerlos es como regalo de otra persona;
es probable que sea imposible encontrarlos en el mercado”, lo que vendría a fomentar,
claramente, la comunicación entre las personas y cercanos, el conocimiento y la
opinión de la población sobre la medicina alternativa y, cómo no, un práctico
ahorro en los gastos mensuales dedicados a la salud de sus consumidores.
Muchos
dicen que los tibicos han llegado para quedarse, abriendo de esta manera un
sistema de contra comercio que no se veía desde un tiempo bastante considerable
en la historia. ¿Será éste, tal vez, el primer paso para derrocar el corrupto
sistema de salud que nos rige desde hace tiempo, y que no ha sabido más que
generar una clara brecha entre ciudadanos ricos y pobres? Mucha gente así lo
espera, asegurando que mientras se siga manteniendo la noble tradición de
regalarlo a quien lo necesite, las empresas jamás podrán poner sus sucias manos
en ellos y llegar a lucrar, algún día, con sus provechosos y sanativos dones.
Boletín
de Último Minuto
Teleseñal, Canal 14
26
de Agosto, 2016
PERIODISTA:
−Siendo las 11 de la noche con 17 minutos, la situación dentro del país y el
mundo entero parece estar peor que nunca. Como vemos en pantalla, distintas capitales
del globo se encuentran ahora mismo en estado de catástrofe. En nuestro caso, el
Gobierno ha dado la orden estricta de que nadie salga de sus casas; repito: que
nadie salga de sus casas. Así que los que estén viendo esto, manténganse
seguros en sus hogares hasta que todo vuelva a la normalidad.
(En
las imágenes se ven calles en llamas, autos volcados, gente disparando en todas
direcciones, algunos quemándose, otros devorando a los que tropezaban y caían
al suelo con un rótulo que decía: ¡ALERTA MUNDIAL! en la parte posterior de la
pantalla.)
PERIODISTA:
−Por otro lado, como una buena noticia entre todas las calamidades que están
ocurriendo en este momento, científicos europeos, en un trabajo desesperado
contrarreloj, creen haber dado con la posible causa de la enfermedad que parece
estar sumiendo a la raza humana en el momento más oscuro y crítico de su
historia.
(La
imagen cambia de la violencia y los disturbios, a una grabación hecha a
científicos experimentando dentro de un laboratorio. Parecen agotados.)
PERIODISTA:
−Luego de exhaustivos estudios, pruebas y análisis, los científicos creen tener
la respuesta, la razón por la cual la gente termina convirtiéndose en esas
cosas que el gobierno estadounidense catalogó derechamente como “zombis”. Se
trataría de unas bacterias que han convivido con el ser humano desde el inicio
de los tiempos, pero que con los últimos cambios climáticos ocurridos en el
planeta, estos fueron evolucionando rápidamente de una manera distinta,
alterando los genes de quienes los consumían sin que se dieran cuenta. Estas
bacterias son llamadas tibicos, mejor conocidos por la gente como hongos
tibetanos, bacterias que se decía tenían propiedades curativas y purificantes,
las que, por supuesto, eran…