Cuento #31: Un show callejero




Un auto que transitaba por la calle, fue detenido a la mitad de ésta por un mimo.
            −Pi pi, pi-pi-pi, piiii −dijo el mimo, acercándose al lado del conductor del vehículo, mientras se escuchaba una cascada de risas detrás suyo: la calle se hallaba repleta de personas que sentían la imperante necesidad de darle un descanso a la rutina de la semana, expectantes todos al show callejero que se desarrollaba frente a sus ojos−. Pi, pi-pi, pi-pi-pi-pi −añadió el mimo, haciendo el ademán de sacarle un parte (invisible, por supuesto) al chofer.
            Sin embargo, el conductor del vehículo, en vez de celebrar su broma y ser parte de ella, rebuscó frenéticamente en la guantera de su auto y extrajo una pistola 9mm. Le quitó el seguro, y para cuando el mimo se dio cuenta de lo que tenía frente a su cara, ya era demasiado tarde.
            −¡PIII-PIII, PII…!
            Y entonces sus sesos volaron sobre el asfalto tras dos rápidos disparos en su rostro.
            La gente rió aún más y ovacionó con vítores y carcajadas.
            El conductor del vehículo los saludó a todos con su mano libre, sonriendo, y siguió su curso, deteniéndose unos cuantos metros más allá cuando el semáforo dio rojo.
            Había nacido un nuevo estilo de show callejero.