Largo camino a la ruina #25: Perdido

Desperté y no encontré mi celular al palpar el velador a mi lado; me di la paja de abrir bien los ojos y buscarlo con más detención, pero ahí no estaba; ni tampoco en el suelo; ni en los bolsillos de mis pantalones ni en mi chaqueta (me había vuelto a quedar dormido con ropa). Pensé: "en volá' lo perdí ayer, curao'", recordando que estábamos en la playa, tomando cerveza hasta que algo hizo click en mi cabeza y todo se oscureció de repente. No recordaba otra cosa además de eso.
Así fue que pensé (también) en que el celular en realidad me daba lo mismo: además de dar la hora, las llamadas que recibía sólo me causaban malestar y fastidio, lo que me tenía podrido desde hacía tiempo. Pero recordé (como un chispazo) que ahí se iba el número de mi ex (el que nunca memoricé para evitar llamarla curao' en la madrugada después de haber terminado) junto con sus fotos en pelota que me mandaba cuando no podíamos dormir juntos y los videos que grabábamos cuando estábamos en buena, culiando a todo ritmo.
Pensé: "¡mierda!", sintiendo un miedo punzante en el estómago, antes de dejar que el sueño volviera a hacer lo suyo, tumbándome con la ropa puesta sobre esas sábanas pasadas a cerveza.

Ya tendría tiempo para solucionar esos problemas.