−Hola.
−Eh, hola.
−Bonito día.
−Bonito bonito.
−¿Cómo te llamas?
−No me llamo. Me dicen Felipe.
−Felipe. Yo me llamo Felipe.
−Pero eso es imposible.
−¿Por qué imposible?
−Porque es imposible.
−¿Acaso la gente no recibe un nombre cuando nace?
−Sí. Pero yo soy Felipe.
−¿Y?
−No pueden haber dos Felipes en el
mundo. Es mucho.
−No es mucho. Es demasiado.
−Demasiado con ese.
−Y también con ce.
−A veces desearía dejar de llamarme
Felipe.
−A mí igual.
−Pero eso no tiene ni pies ni
cabeza.
−¿Por qué?
−Porque yo también quiero dejar de
llamarme Felipe.
−…
−…
−¿Bonito día?
−Bonito
bonito.