Como el verano viene de la
mano con la diversión, he aquí un entretenido juego para las calurosas
tertulias nocturnas: se llama “el tú”, y para ello es necesario lo siguiente:
−
mucho alcohol,
−
vasos para cortos, y
−
ganas de pasar un momento agradable con los amigos.
Pues bien, para
comenzar con este juego, todos los participantes deben llenar su vaso de corto
con el brebaje disponible y esperar a que los demás estén listos. Así, una vez
todos dispuestos y preparados, los jugadores tienen derecho a hacer que
cualquiera de los demás tome su vaso al seco cada vez que se le apunte anunciando
el pronombre personal “tú”, pudiendo repetir esta operación cuantas veces se desee.
Por ejemplo: si
en la mesa está sentado Carlos, Sebastián y Andrés, todos con sus vasos listos,
el primero puede decirle “tú” al segundo para que éste tome su parte
correspondiente, así como éste último puede hacerlo con Carlos y Andrés, y
Andrés con Carlos y Sebastián. Parece complicado, pero es mucho más sencillo de
lo que aparenta: al ser un juego sin turnos ni restricciones, cada cual puede
hacer que los demás tomen en el momento que quieran, dependiendo del cariño y
afecto y odio que sientan para con ellos.
Un juego
veraniego bastante atractivo, furor entre los jóvenes que buscan quedar listos y
encendidos para las fiestas en un corto periodo de tiempo, o para aquellos que desean
demostrar toda su valía y resistencia frente a sus amigos.
El único
inconveniente es que al no tener éste mayores reglas, los participantes suelen
resultar con verdaderos daños en su organismo, pérdidas de memoria y pésimas
resacas al día siguiente. Pero nadie puede negar que es un buen y divertido juego.