Reflexión #10: Defender lo indefendible



A veces me sorprende una infinidad la estupidez del chileno: hace algún tiempo, como todos saben, Arturo Vidal fue detenido por manejar borracho y haber impactado su costoso auto en la Entrada Sur de Santiago. Fue una noticia que conmocionó enormemente al país; y no era para menos, porque la Selección Chilena se encontraba justo disputándose las finales de la Copa América, la que luego, como todos también saben, fue ganada por los mismos. Claro, hubo felicidad, celebraciones y un día (el de la victoria) en que Chile pareció sumirse en los mismos festejos que se celebran a destajo durante el Año Nuevo; pero he aquí el punto al que quería llegar: cuando todo esto ocurrió (el accidente de Vidal y las leyes que infringió éste), leí muchos posteos de Facebook en que sus autores apoyaban al mencionado futbolista, declarando que los demás éramos (los que no lo apoyábamos) unos inconscientes, que cómo veníamos y criticábamos a una persona que había dado su vida en la cancha no importando su salud o lo lesionado que se encontrara, que mejor respetáramos a un héroe nacional e hiciéramos la vista gorda con respecto a su accidente. Y claro, como todos saben, Arturo Vidal nunca pagó una condena por sus infracciones; de hecho, sólo pasó una noche en el calabozo y su licencia fue retenida por unos cuantos meses, cosa que llega hasta dar risa…
Y bueno, en este caso no quiero hacer hincapié en que las leyes y la justicia funcionen como el pico en este país; no: sólo quiero demostrar que la gente está muy cegada y cada vez más estúpida como efecto de todo lo que los rodea; porque, ¿cómo podría una persona con sentido común perdonarle un hecho semejante a cualquiera?; o sea, estamos hablando de manejar borracho a una velocidad alta, casi frenética, y terminar haciéndose mierda en una carretera donde transita mucha más gente, niños y bebés incluidos. Si hubiera muerto alguien, estoy más que seguro que Arturo Vidal tampoco hubiera sido ajusticiado por las mismas razones que, de todas maneras, lo tienen libre hasta el día de hoy; y seamos sinceros, nadie le reclamaría nada, porque después de todo, fue una pieza fundamental para ganar la Copa América, lo que dejó a todos felices.
Sé que es tarde para hablar y reflexionar sobre todo esto, pero lo hago a modo de parche contra la herida, para que se den cuenta que hay gente que sigue fuertemente cegada y manipulada por todo lo que creen (o le hacen creer los de arriba) que está bien o está mal, con un montón de niños siguiendo ejemplos bastante erróneos para la vida futura (la que, obviamente, también nos afectará en unos pocos años más, cuando estén más grandes y tengan más responsabilidades). Hago todo esto porque me gustaría que se fueran reduciendo los posteos de Facebook y opiniones de la gente apoyando algo que los hace ver como descerebrados, parte de un rebaño que sólo sigue estímulos, defendiendo lo indefendible, protegiendo a quienes deberían ser juzgados, atacando a la gente que no lo merece y que sólo recibe los coletazos de una sociedad idiotizada y mal controlada. Sólo deseo eso: que la gente abra por fin los ojos y deje de ser estúpida de una vez por todas.