Historia #79: Perdido/encontrado



Resulta que la mayoría de los colectivos que llevan a la villa donde vivo tienen radio para comunicarse con los demás; es por eso que se pueden escuchar con frecuencia conversaciones entre ellos o indicaciones sobre pasajeros esperando locomoción en ciertos puntos específicos por donde transitan. Fue por eso, también, que con mi hermana pudimos escuchar (mientras volvíamos a nuestra casa en colectivo, obvio) cómo otro chofer anunciaba que una señora estaba pidiendo de vuelta un paquete que había olvidado en el maletero del colectivo en el que había llegado a su casa; con mi hermana nos miramos y dijimos, entre cuchicheos: “debe ser una bomba”, y nos reímos por el chiste; teníamos la tendencia a hacer comentarios absurdos como ése todo el tiempo. Al cabo de un rato respondió a la llamada otro colectivero, diciendo que ya lo habían encontrado, el paquete, y que precisamente él lo tenía en el paradero de la Iglesia, que ahí iba a esperar a que la señora que lo necesitaba lo fuera a buscar. Sin embargo, al momento en que iba a decir “cambio y fuera” para cortar la comunicación con los demás, se escuchó una fuerte detonación que dejó la línea sumida en una densa estática; varios de sus colegas empezaron a hablar preguntando que qué había ocurrido, mezclándose las voces de unos con otros en una espesa y confusa marea de ruidos. Pero cuando vimos la columna de humo que se había alzado hacia el cielo justo en el paradero que habían mencionado por radio, con mi hermana supimos de inmediato que algo raro y mortal habíamos provocado.