Por motivos de la Feria del Libro de Ovalle, alojé en un hotel con una
pareja bastante ruidosa en la pieza contigua: por la noche no escuché
más que gemidos y nalgadas a todo ritmo, cosa que, dicho sea de paso,
más que molestarme, digamos, me gustó bastante. Lo malo es que hoy día,
al ir a desayunar con los demás, me encontré justo con esta pareja
saliendo de su habitación, y a que no adivinan: la mina era mi ex! Pal
pico, momento incómodo y weá. Pero lo más hermoso de todo, fue verla con
otro loco que no era su actual pololo. Así que si estas viendo esto,
chatito, creo que te están dando en la nuca con cuática (risa malévola).