Camino por las calles de mi
querida La Florida (de La Serena) junto a mi querido amigo Mauro y me encuentro
con que los clásicos letreros negros que indican las calles ahora son de un
confuso color azul eléctrico; ¡qué chucha! Pensé que se trataba de un efecto
visual, particularmente como el que se produce cuando doblas un fino plástico
azul eléctrico y notas que en ciertos pliegues el material se torna negro, y
toda su cercanía más opaca. Pero no: simplemente los cambiaron de cuajo,
pasándose por la raja los tradicionales, los que nos vieron nacer y crecer. Pobres,
espero no olvidarlos nunca.