Historia #17: Mi héroe




Esperaba a mi chica en aquella esquina, parado como un verdadero idiota, muerto de frío y hambre. Pasaron diez, veinte, sesenta minutos, y no aparecía; el cielo se volvió oscuro, la mayoría de los faroles se encendieron y de ella aún no sabía nada.
            Entonces se me acercó un chico de mal aspecto, con el semblante duro y curtido, que no tardó en amenazarme con una cuchilla.
            −Pasa la plata, gil culiao’ −rezongó, y yo me puse nervioso.
            “Cagué”, me dije, y cuando estaba en eso de entregar mis cosas, sucedió algo que todavía no puedo dejar de creer: desde la esquina del pasaje donde esperaba, apareció un vehículo inhumanamente manejado, chocando tachos de basura, plantas, y por último, atropellando al tipo que me amenazaba, partiéndolo sonoramente en dos.
            Mi corazón latía extremo, mi pulso se había ido al carajo. ¡Me habían salvado!
−¿Estás bien? −le pregunté al conductor, mostrando claras señales de agradecimiento.
−Sí, mejor que nunca −respondió Martín Larraín, bajándose trabajosamente del vehículo, dejando caer dos botellas de whiskey vacías de su regazo.
            −Eres mi héroe −le dije.