Poema #10: Equivocar



A veces me traiciona el lenguaje
y todos cambiamos,
como el aire su dirección
y el agua su curso.
A veces me abandona el contexto,
y juro que no es mi culpa:
son tus miradas que me hacen equivocar,
confundir tu sonrisa con bombas nucleares
y tus llantos con las hecatombes.
Me desorientan las oraciones
y las frases que prometen vida eterna,
los huesos jamás vetustos
y la piel siempre firme.
Y siempre me confunden las palabras
y las vocales, sus pronunciaciones,
sus aspectos, sus auras,
tal como tu tacto
desorienta mis sentidos
y el largo trayecto
que pienso contigo.

Poema #9: Alto

Siento que estoy con los rayos del sol,
con la marejada,
en el repique del límite,
en el entreabrir de un nuevo mundo.
Me debato entre ser ave o el mar,
entre sentir la brisa o la arena.
Siento que podría ser todo,
ser algo, lo pequeño, lo grandioso,
lo mundano.
Soy sol,
mar,
ave,
brisa.
Soy yo, el sol, mar, ave, brisa.
Soy la infinidad en esta hecatombe
hecha eternidad.

Microcuento #9: Dejar




−¿Dejarías el copete por mi?
Mi polola me miraba con los ojos vidriosos, queriendo escuchar, por supuesto, una respuesta afirmativa. Pero no podía mentirle a esos ojos, no podía. Cuando le había declarado mi amor por primera vez, le prometí que siempre iba a ser sincero con ella.
−Jamás −le respondí, tomando con fuerza sus manos y mirándola fijamente.      Pareció como si un cuchillo hubiera atravesado su pequeño corazón: rompió a llorar, soltó mis manos y se levantó. Me lanzó una mirada de odio y me dijo:
−¡Entonces quédate solo! −y se fue casi corriendo.
No entiendo por qué mierda me hinchó tanto las pelotas para que fuera sincero con ella, si después llega, se enoja y llora por lo que le digo. De verdad, las mujeres son un cacho. Más encima, yo soy el que me curo, no ella.
Por la chucha...